Como mantener siempre el agua limpia de tu spa
Objetivo principal.
En un spa, donde el elemento principal es el agua, lo más importante es mantenerla siempre en un punto de transparencia e higiene perfectos, tanto para los niveles de salubridad como a nivel estético. Un agua limpia es un agua sana.
En Goccia Spa nos preocupa (como es normal) mucho este tema y para conseguirlo, a todos nuestros clientes les damos los conceptos básicos para que el agua no se eche a perder. A nivel económico conseguiremos tener más tiempo el agua sin renovar con el ahorro que ello conlleva, y a nivel medioambeintal lograremos minimizar el impacto negativo por un uso inapropiado del agua.
Herramientas efectivas.
Nuestras dos principales herramientas convencionales para lograr el éxito en nuestro propósito son el circuito de filtrado y los productos químicos en perfecta simbiosis.
Circuito propio de filtración.
El funcionamiento del sistema de filtrado, es un funcionamiento prácticamente físico, que se gestiona a través de un sistema de circulación de agua, en el que el primer obstáculo que va a encontrar el fluido es un filtro construido con celulosa, en el cual las partículas de suciedad de mayor tamaño quedarán atrapadas. Posteriormente el circuito de tuberías más el poder de succión del juego de bombas que posee el spa, dirigirán el agua al segundo punto de control y de filtración, la lámpara ultravioleta. Este segundo componente del sistema, trata la parte bacteriana con una potente luz ultravioleta eliminándola del agua.
Además de la parte puramente física del sistema de filtrado, el spa, también cuenta en su interior con el implementador de ozono, que es otra potente herramienta en la lucha contra las impurezas del agua, que es nuestro objetivo final. El ozonizador pasa aire seco u oxígeno a través de un campo eléctrico de alta tensión, logrando así el ozono que posteriormente inyectará en el agua para sumarse así a las dos herramientas anteriores en la eliminación de bacterias y virus.
Productos químicos.
Por otro lado, para complementar este procedimiento convencional del tratamiento de agua, como hemos comentado anteriormente, haremos uso de algunos productos químicos indicados para el cuidado del agua de uso lúdico de seres humanos, como en este caso el Bromo y el ph. Con el uso del Bromo, en sustitución del archiconocido y utilizado Cloro, en GocciaSpa conseguimos para nuestros clientes una desinfección del agua prácticamente total, actuando directamente contra las bacterias, los hongos, los virus y demás organismos nocivos. Además el Bromo también actúa de forma directa, contra impurezas orgánicas presentes tanto en el interior del vaso acrílico como en el agua que circula por todas las tuberías mediante un proceso de oxidación.
Y su mayor ventaja frente al extendido cloro es una menor irritación de los tejidos y mucosas, además de que mantiene su poder desinfectante intacto a altas temperaturas del agua, por eso es muy recomendable para hidromasajes o piscinas climatizadas, donde dicha temperatura puede alcanzar los 40º, y no podemos dejar de resaltar el asunto de los olores, ya que frente al intenso y desagradable olor que produce el cloro al contacto con las aminas orgánicas del agua, como el sudor, los insectos, las bacterias, o incluso la suciedad creando las cloraminas (causantes del mal olor), el Bromo en este mismo supuesto produce bromominas que son totalmente inoloras.
El pH es una palabra que seguramente hayas escuchado más de una vez, tanto si estás familiarizado con el mundo de las piscinas, como si has prestado atención en algún anuncio de cosméticos, geles o champús. Y es que esta palabra no es más que la medida que utilizamos para contabilizar la cantidad de acidez o alcalinidad del agua o de cualquier otro elemento que la contenga. Las medidas óptimas para el uso humano en spas, piscinas y demás, son que el pH esté entre 6,8 y 7,4 para que los productos químicos trabajen con su máximo potencial, por debajo o por encima de estos registros, los demás productos pierden gran parte de su efectividad, y otra razón para mantener el pH en estas medidas es porque el pH de los ojos humanos y las mucosas es de 7,4, y así no dañan ni producen molestias indeseadas.
Para un tratamiento efectivo del agua mediante el Bromo, es muy importante controlar las cantidades con las que se trabaja, por lo que es necesario seguir las indicaciones del fabricante, ya que un uso inadecuado podría producir un efecto contrario al deseado y obligarnos finalmente a desechar el agua, que es justo el resultado que intentamos evitar.